Composición:
Jarabe: cada 5 ml de Prodel-B® jarabe sabor a guinda contiene: Betametasona 0.25 mg; Clorfenamina Maleato 2. mg. Cada cucharadita equivale a 1 comprimido.
Antihistamínico. Corticosteroide.
Alergias respiratorias, dermatológicas y oculares inflamatorias; además en procesos asmatiformes. Se recomienda el uso de Prodel–B® para el tratamiento de desórdenes alérgicos e inflamatorios, ya sea de tipo respiratorio, dermatológico u ocular, tales como: fiebre de heno, asma bronquial, rinitis alérgica, dermatitis atópica, dermatitis de contacto, reacciones a drogas y enfermedad del suero.
Mayores de 60 años: Los ancianos son más sensibles a los efectos adversos de este medicamento; que pueden ser dificultad para orinar, confusión, mareos, irritabilidad, sequedad de boca, nariz y garganta, por lo que se recomienda una especial vigilancia. Consumo de alcohol: Se debe evitar tomar alcohol mientras se esté en tratamiento con este medicamento, ya que se intensifican los efectos adversos tales como somnolencia, fatiga, irritación estomacal. Manejo de vehículos: Este medicamento puede causar en algunas personas mareos, somnolencia y/o disminuir sus capacidades mentales para reaccionar frente a imprevistos, por lo que se recomienda precaución antes de manejar un vehículo o maquinaria peligrosa o realizar cualquier otra actividad riesgosa. Embarazo: Este medicamento puede causar daño al feto y disminución en el crecimiento, se debe consultar al médico, antes de usar este medicamento en pacientes embarazadas. Lactancia: Este medicamento pasa a la leche materna y puede afectar al niño, por lo que debe consultar con el médico sobre la conveniencia de usar este medicamento en pacientes que estén amamantando. Lactantes y niños: Este medicamento puede retardar el crecimiento normal del niño, el pediatra debe evaluar el riesgo/beneficio de su administración Precauciones especiales: No se debe interrumpir bruscamente el tratamiento, el médico debe indicar la forma de reducir la dosis. Este medicamento puede producir alteraciones oculares, por lo que el médico puede solicitar control con un oculista. Estando en tratamiento con este medicamento se debe evitar el contacto con personas que presenten varicela o sarampión, en caso de sospecha de contagio se debe notificar al médico inmediatamente. Este medicamento puede producir un alza de los niveles de glucosa en sangre así como de la presión arterial, por lo que el paciente debe estar bajo control médico frecuente. Durante el tratamiento, y un tiempo después (según estime el médico) el paciente no debe vacunarse sin el consentimiento del médico, además se debe evitar el contacto con personas que hayan recibido la vacuna oral contra el virus de la polio. Mientras los pacientes estén recibiendo tratamiento corticosteroide, no deben ser vacunados contra la viruela. Otros procedimientos de inmunización no deben realizarse en pacientes que reciban corticosteroides, especialmente a dosis elevadas, debido a los posibles peligros de complicaciones neurológicas y a la falta de respuesta de anticuerpos. Antes de hacerse un examen de alergia a la piel debe avisarle al profesional de la salud a cargo que usted está tomando este medicamento.
Si el paciente ha presentado síntomas de alergia a Clorfenamina y/o Betametasona, o a alguno de los componentes de la formulación. Tuberculosis activa o no activa. Herpes simple ocular. Cuadros de psicosis aguda.
Medicamentos: se han descrito las interacciones con los siguientes medicamentos: Anticolinérgicos como Atropina, Butilescopolamina, Antidepresivos Tricíclicos como Amitriptilina, Clomipramina, Antidepresivos como Moclobemida, Tranilcipromina, medicamentos que contengas alcohol, Bepridil, Carbamazepina, Fenitoína u otro medicamento para tratar la epilepsia, Ciclosporina, Teofilina, Rifampicina, Isoniazida, Glibenclamida, Digoxina u otros glucósidos cardíacos, salicilatos, Indometacina, Furosemida, Colestiramina, vacunas y toxoides Enfermedades: Se debe consultar al médico si padece de úlcera estomacal, obstrucción intestinal, hipertiroidismo, asma, dificultad para orinar y glaucoma, enfermedad cardiaca, miastenia gravis, gastritis, diabetes, tuberculosis e infecciones generales por hongos, sarampión y SIDA. Alimentos: Este medicamento puede aumentar la retención de sodio, por lo que se debe evitar consumir sodio en exceso. Examenes de laboratorio: Este medicamento puede producir alteraciones en los resultados de los análisis de colesterol, glucosa, calcio, potasio y hormonas tiroideas en sangre, de glucosa en orina, y las pruebas cutáneas de tuberculina.
Los corticoides pueden dar lugar al síndrome de Cushing, a insuficiencia adrenocortical relativa en tratamientos prolongados, a osteoporosis, a aumento de la presión intraocular y retardo en el crecimiento de los niños. Estos efectos secundarios, son generalmente reversibles y desaparecen al descontinuar el medicamento. La administración de clorfenamina puede producir somnolencia y nauseas.
Existen efectos que se presentan rara vez, pero son severos y en caso de presentarse se debe notificar en forma inmediata al médico: fiebre, fatiga extrema, hemorragias, úlceras sangrantes en el recto, la boca y vagina, problemas de visión, aumento en la frecuencia para orinar, heces negras o con sangre, calambres, sed, confusión, alucinaciones, ampollas en la piel, paranoia, euforia, depresión Otros efectos: Pueden presentarse otros efectos que habitualmente no necesitan atención médica, los cuales pueden desaparecer durante el tratamiento, a medida que el cuerpo se adapta al medicamento. Sin embargo, se debe consultar con el médico si cualquiera de estos efectos persisten o se intensifican: somnolencia, espesamiento de las secreciones bronquiales, sequedad de garganta y boca, visión borrosa, dificultad para orinar, pérdida de apetito, náuseas, dolor de estómago leve, vértigo leve, nerviosismo, debilidad, indigestión, redondeo de la forma de la cara, problemas en la menstruación, fragilidad en los huesos, aumento de la glucosa en sangre (aumento en la frecuencia para orinar, sed, nauseas, visión borrosa, fatiga), aumento de la presión arterial (mareos, enrojecimiento de la cara, dolor de cabeza, fatiga, nerviosismo), calambres, mareos, dolor de cabeza.
El médico debe indicar la posología y el tipo de tratamiento a cada caso en particular. No obstante, la dosis usual recomendada es: Niños 2 a 6 años: 1.25 ml cada 8 horas. Niños 6 a 12 años: 2.5 ml cada 8 horas. Niños mayores de 12 años y adultos: 5-10 ml cada 6 horas.
El medicamento se puede tomar en conjunto con comidas o leche.
Si el paciente necesita una terapia a largo plazo debe haber un control médico frecuente, ya que se pueden presentar efectos adversos serios.
Frasco de vidrio conteniendo 120 ml de jarabe.